Archivo - Imprenta - Museo, Ciudad de México
Espacio histórico ubicado en el domicilio de la imprenta de El Hijo del Ahuizote, el semanario satírico de oposición a la dictadura de Porfirio Díaz, establecido a partir del archivo de los hermanos Flores Magón.
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¿Qué cultura material resultaría si los trabajadores fueran los dueños de sus medios de producción, sin el control del Estado? Se trata aún de una situación utópica. Sin embargo, podemos explorar esa pregunta desde el diseño, partiendo de la hipótesis de que las
economías informales realizan cotidianamente una exploración semejante. El trabajo realizado para La Casa del Ahuizote se enmarca en la exploración más amplia que Germen Estudio desarrolla a partir de esta hipótesis. En el caso del Ahuizote, se plantean vínculos
posibles entre principios históricos anarquistas (ayuda mutua, autarquía, espontaneidad, fluidez y contingencia) y soluciones y diseños del comercio informal, procediendo por medio de la identificación de equivalencias, similitudes y resonancias con los métodos de
operación popular característicos del contexto urbano inmediato del museo.
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La Casa del Ahuizote es un proyecto establecido en un inmueble de cuatro plantas. Cada una tiene un funcionamiento particular. La planta baja sirve de ingreso al museo, pero también a una plaza comercial que se ubica al fondo del mismo predio. Es un área semi pública compartida por el museo, el mercado y la calle. Al mismo tiempo, en la planta baja se ubicaba la imprenta legendaria de El Hijo del Ahuizote. Esta arqueología dio lugar al rescate del edificio, y al proyecto mismo de La Casa. Es el sitio de una mitología. Al ingresar a la planta baja, se presenta una fotografía que documenta el sitio en los tiempos en que fue imprenta (La constitución ha muerto). En una vitrina, hay documentación que reconstruye parte de la historia del edificio a lo largo del siglo XX. En la planta baja de La Casa también se estaciona el Ahuizote Ambulante. En espera de salir a la calle, esta infraestructura móvil funciona como una especie de mobiliario urbano, recepción, refectorio, superficie que cambia, en este espacio semi público, de función según el usuario ocasional. Sirve de extensión a La Casa para la realización de activaciones callejeras; recorre las calles del Centro y de sus alrededores. Cuenta con superficie de trabajo, soportes para exhibición y sistema de audio sonidero.
El primer piso está dedicado a exhibición de materiales de archivo documental (La Casa del Ahuizote custodia los archivos del Partido Liberal Mexicano, el movimiento anarquista de principios del siglo XX que operó a ambos lados de la fronterade México y Estados Unidos) -- aunque ha funcionado para exhibir obra gráfica contemporánea y libros de artista en modalidad de feria comercial. Una estructura metálica preexistente se intervino con la inserción de gabinetes y vitrinas que sirven a la vez de vitrina y mobiliario convencional de banca y escritorio. Los cuatro módulos principales se ajustan a las necesidades de curador y museógrafo. Con el mismo lenguaje, se resuelve la posibilidad de impartir contenidos acústicos por medio de una paleta y un cubículo de escucha e impresiones en tela, colocadas en rodillos, a modo de banda infinita.
El mobiliario diseñado para el segundo piso procura dejar un área despejada al centro, en oposición simétrica al primer piso, determinado por la presencia de una estructura masiva al centro. Un closet corrido a lo largo del muro contiene una oficina plegable. Sirve igualmente para el guardado y operación de un duplicador electrónico marca Riso, en que se basa el programa de imprenta de La Casa. Otra sección del mismo conjunto sirve al almacenamiento de sillas, mesas y materiales diversos (publicaciones, papel, etc.). Este espacio permite el desarrollo de funciones múltiples. Aquí se realizan charlas, proyecciones, talleres, presentaciones. Este piso fluye entre la oficina y el taller de imprenta, e incluso se desarrollan exhibiciones. Se han llevado acabo ferias de carácter comercial, gracias a la instalación de estructuras verticales de alambre (EVA) igualmente diseñadas por el Estudio.
Finalmente, desde la terraza, se disfruta una vista panorámica del centro de la ciudad y es ahí donde se realizan los convivios que siguen a los eventos artísticos y culturales.