Sistema de repisaría diseñado en base a la investigación Oficios Comunes/ Metabolismo Urbano de Saberes.
Los artilugios de alambrería son la solución predominante empleada para exhibir mercancía en las calles de la ciudad de México, en particular del Centro histórico. Su lógica resulta del encuentro entre las políticas del uso del suelo y la venta ambulante. En el “Perímetro A” del Centro Histórico de la Ciudad de México (donde predomina el discurso patrimonial del espacio público), se observa con particular obstinación la regla de no tocar, con la mercancía, el suelo de la banqueta o de la calle. De manera esencial, la alambrería cumple con el propósito de salvar esta prohibición. Todos los elementos –salvo el cuerpo mismo del vendedor—penden de techumbres y fachadas, procuran extenderse sobre un eje vertical.
Como sistema, la alambrería --o tejido metálico—sirve de micro-infraestructura comercial a gran parte de comercio ambulante del Centro Histórico de la Cuidad de México. Es la tecnología constructiva que constituye físicamente los mercados informales. Con rejas metálicas para hacer muros ligeros, escaleras plegables para colgar pantalones, repisas y ganchos para camisetas, este sistema modular, ligero y resistente, funciona en la calle como estructura abierta y flexible que aporta muchas posibilidades de venta al comercio móvil, semi-móvil e incluso fijo –por contagio y conveniencia.
EVA – Estructura Vertical de Alambrería – es un sistema de almacenaje colgado a techo desarrollado a partir de esta tecnología vernácula, como resultado de la colaboración específica con el taller del maestro Jesús Aguilar Pérez, tejedor metálico. EVA se puede usar como unidad, o como sistema, y sirve, como sus precursores, para la exhibición, el almacén, pero también, como ellos, es flexible, está abierto, tiene una finalidad hasta cierto punto indeterminada.